viernes, 28 de enero de 2011

Ir más al fondo.


      De niña conservo una costumbre con mi madre, ir a cenar en un restauran, ese local  ha cambiado con el transcurso del tiempo. Primero era un lugar pequeño que se llenaba al poco tiempo de concurrentes.

     Con mi madre solíamos comer afuera al aire libre, luego nos encariñamos con el lugar  y optamos por una mesa cerca de la puerta.

      Al tiempo el dueño amplio su negocio, y optamos por una mesa en la mitad del local; La ampliación se veía muy bonita, hermosa, cómoda... pero por alguna razón no íbamos hasta esas mesas y sillas nuevas. Hasta sabíamos que el menú era distinto.

      Hace pocos días, ya sin mi madre fui a cenar y por inercia me senté en el mismo lugar, observando toda la belleza que estaba más al fondo, me levante y fui a una de las mesas nuevas, todo era muy distinto desde el menú hasta el trato personal  que el dueño otorga a los clientes que van hasta allí, pues esta cerca de su escritorio.

      La vida cristiana es igual, cuando conoces del evangelio solo comes afuera, luego vas creciendo y conociendo un poco más según lo que tu autoridad espiritual va dándote de comer, pero llega el momento de conocer bien a fondo la palabra de Dios y eso solo se logra en una profunda intimidad entre vos y El.

 ¡ Anímate a ir bien al fondo, el menú puede sorprenderte demasiado!


Nadia.
Dios te bendiga grandemente.

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