domingo, 6 de febrero de 2011

Rompamos la porcelana!

Mi abuelo había comprado un juego de cacerolas y de porcelanas importadas. Pasaron a ser las reliquias familiares, nadie las tocaba, nadie los usos por años, mi abuela las puso bien arriba para que los niños no pudieron alcanzarla, apenas los adultos si llegaban a esa altura.

Un día me toco quedar sola en casa, mis abuelos salieron de vacaciones, mis padres no estaban salieron y se me ocurrió preparar una cena de bienvenida, pues mis abuelos volvían luego de un mes de ausencia. Prepare la comida en las cacerolas “intocables” (para mi sorpresa, ya alcanzaba ese lugar alto) y adorne la mesa con la porcelana también intocable. 
 
Al llegar mis padres, armaron tremendo escándalo porque vieron que use lo “intocable”, yo me sentía muy apenada, creí que había defraudado en lugar de agasajar. 
 
Mi madre dijo:_ jamás me atreví a tocar eso! Como vos si? 
 
Yo no podía responder, y de lo nerviosa que me sentía se me escapo de las manos el plato, estallo en mil pedacitos. 
Un profundo silencio se produjo. 
 
Mi abuelo, como jefe de hogar tomo la palabra:_ Años que compre estos vasos, los puse arriba, los cuide para que los niños no los alcanzaran y ahora vos que has crecido los usas y los rompes?! 
 
Yo estaba completamente apenada, sin nada que decir, solo pedía perdón con la mirada. 
 
El levanto de su silla y me dijo:_ hija gracias por usar, romper y moverme de mi silla.

Moraleja: Dios no creo las parábolas para que las miremos de lejos, sino para que las usemos, las apliquemos a nuestras vidas para que con ella rompamos moldes y esquemas mentales, es la única manera de mover su favor, su corazón se vuelve hacia nuestras vidas de manera especial, David y Juan el apóstol eran hombres que están cerca de las verdades de las escrituras, de David Jehova dijo: “conforme a mi corazón” y a Juan, lo llamaba “el disipulo amado” se alguien que se atreva a crecer, a conocer, a buscar y USAR los tesoros en las escrituras. Eres hijo de Rey puedes comer en porcelana fina y el mejor alimento de todos.

Nadia.
Dios te bendiga grandemente.

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