Cuando han pasado los días y la fruta permanece sin ser digerida, comienzan a cambiar de color a arrugarse, en una palabra a envejecer y a podrirse.
Algo curioso sucede con las bananas o plátanos , cuando están amarillas están en el punto justo. Personalmente cuando veo que la cascara se pinta de manchitas negras, sé que el interior el fruto estará mas débil y pastoso, entonces prefiero hacer un rico licuado para no desaprovechar un alimento muy rico y saludable.
¿Cuantas veces hemos sentido que no servimos para el servicio a Dios? ¿ cuantas veces dijimos que estamos cansados de estar ocupando un banco en la iglesia, y el pastor no nos llama a un ministerio? ¿cuantas veces pensamos que nuestro interior es demasiado débil para salir a predicar, evangelizar, aconsejar, etc?
Dios en su infinito amor toda nuestro frió o manchado talento, nuestro débil y pastoso interior , lo coloca en una licuadora que hace pedazos toda mancha, y terminamos siendo un excelente y nutritivo alimento para el mundo sediento y hambriento de las cosas de Dios .
Un claro ejemplo bíblico es Pedro, el apóstol había traicionado a su amigo intimo, al Mesías que habían esperado por siglos, Pedro creía que ya no servia para nada y Jesús le pregunto: Pedro me amas? El apóstol respondió Señor sabes que te amo, Pedro estaba desarmado interiormente sin embargo Jesús aun sabiendo que no le amaba le dijo apacienta mis ovejas ¿porque dijo semejante cosa?
Jesús sabia y conocía el interior de Pedro pero también sabia que la misericordia y la obra en la cruz alcanza y sobra para que un rebelde y miedoso sea sometido a un proceso de examinacion y resturacion. El Pedro que negó a Jesús es la misma persona que hablo en lenguas frente a miles de personas, solo que fue sacado de la nevera triturado, despojado de toda mancha del pasado (llamese sanidad interior) y luego fue uno de los grandes predicadores y piedras de evangelio.
¿Qué tal si le pedimos a Dios sácame de la nevera?
Nadia Cabezas
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